Operación Triunfo, o cómo ser un ‘mirón bueno’.

La primera edición de Operación Triunfo, fue un ejemplo de cómo es posible explotar el formato del reality show, de manera constructiva y con buenas ventas. Se trató de un éxito histórico de audiencia, que puso en evidencia que es posible alcanzar un público mucho mayor y vender mucho más con contenidos sanos, que con contenidos sórdidos, conflictivos, hostiles o agresivos –al revés que El Gran Hermano–.