La gente que labora en los medios de comunicación ansía ser reconocida como artista culto y respetado, y para lograrlo ha dado la espalda a los valores, ideas y creencias de su público meta, de su sociedad. Esto explica que la gente se aleje de sus productos en los medios, consumiéndolos cada vez menos y otorgándoles cada vez menos credibilidad; y que se vuelque sobre las obras antiguas que no agredan sus valores, ideas y creencias: Ahí se encuentra el espectador perdido. |