Lo que los intelectuales leen a escondidas.

Una revisión a lo que los intelectuales leen a escondidas, nos permite concluir que consumir solamente obras prestigiadas, «cultas», no es posible. No lo es porque las obras exaltadas en los últimos cien años, son generalmente sórdidas, deprimentes, amargas y desesperanzadoras. Y esto explica que la gente, incluso los intelectuales, prefieran leer otro tipo de obras.