| Sólo el ser humano es capaz de hablar de algo que no tenga ante sus ojos, de desplazarse de la realidad, de soñar. Igualmente, sólo el ser humano es capaz de percatarse de un absurdo, y por ende de reír. ¿Por qué entonces tachamos de inútil al creador que sabe hacernos soñar y reír, y exaltamos al que no sabe sino hacernos llorar o traumarnos? |
